Parece sencillo estar aquí y dirigirnos a vosotros en este acto pero os aseguramos que además de sentirnos orgullosas por ello también sufrimos los nervios de esa responsabilidad por representar a tantas personas.
Ciertos años de una vida bastan para crear brazos inquebrantables entre amigos. Ilusiones, esperanzas, sueños, temores, enfados, riñas, alegrías, viajes con mejores y peores aventuras en fin.. Sea como sea, juntos hemos compartido el rumbo hasta el último cruce...hasta la última desviación.
Porque en este camino que hoy dejamos atrás hemos encontrado dificultades, tropiezos, alegrías, satisfacción por el trabajo bien hecho, decepciones, amor y desamor en definitiva nos hemos enfrentado a la vida. Los que comprenden esta situación de “hasta siempre” no podrán negar q desearían abrazar a muchos de los presentes y también a los que ya no están, pero q siempre recordaremos.
Como no podían faltar, algunos de los culpables han venido hoy a acompañarnos. Padres que han sabido decir NO a su debido tiempo, padres que han aguantado siempre a nuestro lado, padres que han conseguido que día a día seamos mejores en todo, pero sobre todo que seamos personas.
Hoy que terminamos es oportuno dar las gracias a toda esa gente que encontró la forma de estar ahí y brindarnos su apoyo, comprensión y buenos consejos que muchas veces no hemos escuchado, pues al fin de cuentas, un consejo es como un semáforo en ámbar, en el que al final uno es quien decide.
Y a vosotros compañeros deciros que gracias por los recuerdos y experiencias que hemos vivido juntos, por el día a día, por los momentos buenos y por los no tan buenos, por la complicidad entre todos, y porque aunque no lo queramos reconocer, nunca olvidaremos Salamanca, el viaje por Europa pero sobre todo, nunca os olvidaremos a vosotros.
Finalmente, señores graduados, el futuro es nuestro. Aprovechemos el lujo que significa tener una buena educación y una solida formación moral. Aprovechemos esas interminables oras de estudio, que no sean en vano. Aprovechemos nuestro esfuerzo y el de nuestros padres. Aprovechemos la paciencia de nuestros profesores y la nuestra con ellos. Aprovechemos nuestra amistad y porque no, algún que otro amor que nació y floreció en estas aulas.
Ciertos años de una vida bastan para crear brazos inquebrantables entre amigos. Ilusiones, esperanzas, sueños, temores, enfados, riñas, alegrías, viajes con mejores y peores aventuras en fin.. Sea como sea, juntos hemos compartido el rumbo hasta el último cruce...hasta la última desviación.
Porque en este camino que hoy dejamos atrás hemos encontrado dificultades, tropiezos, alegrías, satisfacción por el trabajo bien hecho, decepciones, amor y desamor en definitiva nos hemos enfrentado a la vida. Los que comprenden esta situación de “hasta siempre” no podrán negar q desearían abrazar a muchos de los presentes y también a los que ya no están, pero q siempre recordaremos.
Como no podían faltar, algunos de los culpables han venido hoy a acompañarnos. Padres que han sabido decir NO a su debido tiempo, padres que han aguantado siempre a nuestro lado, padres que han conseguido que día a día seamos mejores en todo, pero sobre todo que seamos personas.
Hoy que terminamos es oportuno dar las gracias a toda esa gente que encontró la forma de estar ahí y brindarnos su apoyo, comprensión y buenos consejos que muchas veces no hemos escuchado, pues al fin de cuentas, un consejo es como un semáforo en ámbar, en el que al final uno es quien decide.
Y a vosotros compañeros deciros que gracias por los recuerdos y experiencias que hemos vivido juntos, por el día a día, por los momentos buenos y por los no tan buenos, por la complicidad entre todos, y porque aunque no lo queramos reconocer, nunca olvidaremos Salamanca, el viaje por Europa pero sobre todo, nunca os olvidaremos a vosotros.
Finalmente, señores graduados, el futuro es nuestro. Aprovechemos el lujo que significa tener una buena educación y una solida formación moral. Aprovechemos esas interminables oras de estudio, que no sean en vano. Aprovechemos nuestro esfuerzo y el de nuestros padres. Aprovechemos la paciencia de nuestros profesores y la nuestra con ellos. Aprovechemos nuestra amistad y porque no, algún que otro amor que nació y floreció en estas aulas.
Esto es el adiós, el pasar de hoja, cerrar el libro q entre todos hemos escrito y al que nadie quiere o se atreve poner la palabra FIN.
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