lunes, 30 de mayo de 2011

-

Ese pequeño detalle que te alegra el día.

Una sonrisa inesperada, un saludo con entusiasmo, un abrazo de alguien que últimamente se mantenía ausente, un mensaje de gratitud, tu serie favorita, un olor que te hace recordar a una persona que fue especial, o a un momento único, una llamada de alguien preocupándose simplemente por cómo te va la vida, el frío haciéndote sentir que estás viva, una muestra de cariño de alguien a quien conoces de hace unos días, tu comida favorita, la canción de tu vida sonando en la radio, acabar con melancolía y congoja un libro que te ha atrapado, empezar otro con personajes nuevos, hacer bien algo por insignificante que parezca, sentirte útil por un momento. Todos estos detalles hacen que, cuando aparecen repentinamente, te alegren el día

No hay comentarios:

Publicar un comentario